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Jaime Guzmán Errázuriz 3300
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SANTIAGO DE CHILE
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SANTIAGO DE CHILE
Del catolicismo social al cato-socialismo: historia de un desvío
Acción Familia 1 Octubre 2003
Este año se cumplen 60 años de la publicación del primer libro del Profesor Plinio Corrêa de Oliveira “En Defensa de la Acción Católica” (1943) y 10 de su última obra “Nobleza y Elites tradicionales análogas“. Estas publicaciones constituyen un resumen de una vida: el primero es un grito en defensa de la Iglesia y, el segundo, en defensa de la Civilización Cristiana.
El Modernismo
Una “francmasonería católica”
El “catolicismo democrático”
Roma condena, los modernistas se esconden
Resurge el neo-modernismo
La Acción Católica
De la izquierda de la Acción Católica nace la teología de la liberación
Los errores denunciados por Plinio Corrêa de Oliveira en su obra “En Defensa de la Acción Católica” provenían de dos corrientes distintas pero entrecruzadas: una corriente de activismo socio-político izquierdista que, nacida como componente del “catolicismo social”, dio vida al “catolicismo democrático” del cual salió el “cato-comunismo”(o cristianos para el socialismo); y una corriente filosófico-teológica que, conocida como “catolicismo liberal”, dio origen al “modernismo” del cual salió la llamada “nouvelle théologie”.
“Mirando a mi alrededor estoy obligado a admitir que la corriente modernista está destruida, sus fuerzas estan por ahora agotadas. Debemos esperar el tiempo en que, por medio de un trabajo silencioso y secreto, habremos conseguido transbordar a la causa de la libertad una más amplia parte de los fieles”. Así se lamentaba el jesuita inglés George Tyrrel (1861-1909) después de la condenación de la herejía modernista. [1]
El Modernismo
Incubado en ambientes intelectuales de “vanguardia” bajo formas variadas y no siempre de acuerdo entre ellas, hacia fines del siglo XIX, el Modernismo quería producir profundas reformas en la doctrina y en la estructura de la Iglesia, con el pretexto de adaptarla al “espíritu de los tiempos”. Según Alfred Loisy (1857-1940), principal exponente de la corriente, “los modernistas forman un grupo bastante definido de hombres de pensamiento, unidos por el común deseo de adaptar el catolicismo a las necesidades intelectuales, morales y sociales de nuestros días”. [2] Especificando la magnitud de esta adaptación, afirmaba que el objetivo era “cambiar la Iglesia, su constitución, su doctrina y sus ritos”[3]
La adaptación querida por los modernistas no era de hecho ni superficial ni saludable. Esta habría alcanzado los mismos fundamentos de la Iglesia, comportando en la práctica su destrucción: “¡El viejo edificio eclesiástico deberá derrumbarse!”, proclamaba Loisy.[4] La misión de los modernistas, según Tyrell, era de “golpear y golpear la vieja carcasa de la Iglesia Romana”.[5] Por esto, en el acto de condenarla, San Pío X definió esta corriente como “la síntesis de todas las herejías”, especificando además: “si alguien se hubiera propuesto reunir en uno el jugo y como la esencia de cuantos errores existieron contra la fe, nunca podría obtenerlo más perfectamente de lo que han hecho los modernistas (…) [Los modernistas] han aplicado la segur, no a las ramas, ni tampoco a débiles retoños, sino a la raíz misma; esto es, a la fe y a sus fibras más profundas”.[6]
En Italia el movimiento modernista formó un grupo restringido entre intelectuales y sacerdotes como Tomás Gallarati Scotti, Stefano Jacini, Alessandro Casati, Antonio Fogazzaro, Giovanni Selva, Salvatore Minocchi, Giovanni Semeria e Giovanni Genocchi. Mayor interés tienen Ernesto Buonaiuti (1881-1946), primero profesor de Historia de la Iglesia en el Seminario del Apollinare y después de 1915 en la Universidad de la Sapienza de Roma, y Romolo Murri (1870-1944), uno de los principales animadores de la Democracia Cristiana.
A diferencia de tantas herejías del pasado, el Modernismo no combatía a la Iglesia desde el exterior, sino que trabajaba desde el interior, alcanzando a influir hasta en ambientes altamente situados. Es siempre San Pío X quien denuncia que: “los autores del error ya no deben buscarse entre los enemigos declarados, sino que, es lo que da una suma pena y temor, se esconden en el mismo seno de la Iglesia”
Una “francmasonería católica”
En el corazón de la corriente modernista, confiriéndole su dinamismo y coordinando sus manifestaciones, había una verdadera secta semi-secreta. El mismo Papa Sarto destacaba que “los modernistas son tanto más perniciosos cuanto menos aparecen”, cuanto más obran “en secreto”.
Le idea de una secta secreta que tramaba desde dentro la destrucción de la Iglesia podrá ciertamente hacer que se levante más de una ceja, casi como se tratase de un mediocre enredo policialesco. Sin embargo, eran los propios modernistas que se jactaban de ello. “Debemos hacer una francmasonería católica”, proponía Antonio Fogazzaro por boca de uno de los personajes de la novela Il Santo,”¿Masonería Católica?¡Sí, Masonería de las Catacumbas!” [7]
El “catolicismo democrático”
Pero los miembros de esta “francmasonería católica” no eran los únicos que querían reformar la Iglesia. Paralelamente y en conjunto con ellos actuaban también los exponentes de la corriente llamada católico-democrática.
A mediados del siglo XIX, como respuesta a las injusticias causadas por la revolución industrial, había surgido el así llamado “catolicismo social” que, además, se había dejado influenciar en algunos de sus ambientes por las doctrinas y las posturas de matriz socialista. Del deseo, en si laudable pero demasiado vago y romántico, de ayudar a los pobres se pasó en algunos casos a la profesión de las ideas igualitarias. De la denuncia, a menudo justificada, de la explotación de los obreros por parte de patrones no raramente se pasó al rechazo del sistema liberal capitalista y a una visión de la sociedad de tipo marxista. Este desvío a la izquierda dio origen, hacia fines del siglo XIX, a la corriente conocida como catolicismo democrático.
Desde 1867 existía en Italia la Sociedad de la Juventud Católica Italiana, dirigida por Giovanni Acquaderni. En Junio de 1874 tuvo lugar en Venecia un congreso católico que terminó creando un movimiento a nivel nacional. Esto se concretó un año después en el congreso de Florencia, del cual brotó la Obra de los Congresos y de los Comités Católicos en Italia. La presidencia fue confiada inicialmente al mismo Acquaderni.
Algún tiempo después, sin embargo, comenzaron a manifestarse los primeros roces. Los jóvenes líderes en ascensión dentro de la Obra representaban una orientación bastante diversa, afín con las nuevas ideas. Algunos sectores de la Obra comenzaron a manifestar una fuerte infiltración modernista y católico-democrática. En 1891, los sectores más radicales influenciados por Romolo Murri fundaron los “grupos democráticos” ubicados tan a la izquierda como para querer abandonar la etiqueta “democrática” sustituyéndola con la de “socialista”. [8] La corriente murriana brotó en el 19° Congreso nacional de la Obra realizado en Bolonia en 1903 y la vieja guardia salió derrotada.
Roma condena, los modernistas se esconden
Profundamente descontento por el éxito del congreso y, de modo general, por la forma que habían tomado algunos sectores de la Obra, en Diciembre de 1903 San Pío X publicó el motu proprio Fin dalla prima, en el cual delineaba una “normativa fundamental para la acción social de los católicos”, en contraste neto con las ideas católico-democráticas. Frente a la posición obstinada de estos sectores de la Obra, ahora reforzado por la corriente murriana, al año siguiente se separaron oficialmente de la asociación, dejando abierta solamente la Sesión guiada por el conde Medolago-Albani. [9]
Los “cristianos democráticos” respondieron de modo insolente convocando un congreso en Bolonia, donde fue fundada la Liga Democrática Nacional, de inspiración socialista. Para aclarar de una vez por todas la situación, San Pío X publicó entonces la encíclica Il fermo proposito, en la cual condenaba la corriente cristiano democrática. Don Murri fue primero suspendido a divinis y, después, excomulgado. Abandonando la sotana, se casó en 1912.
La audacia de los modernistas provocó una respuesta análoga del Pontífice. Después de repetidas e inútiles advertencias –recordemos particularmente la encíclica Pieni l’animo (1906) y la Alocución consistorial del 17 de Abril de 1907- San Pío X fue obligado a condenar el Modernismo con el decreto Lamentabile sane exitu (Julio de 1907) y la encíclica Pascendi Dominici gregis (Septiembre de 1907), en la cual lo define como “síntesis de todas las herejías”. En el texto latino original, la acusación suena aún más fuerte: “omnium haeresum collectaneum“, la cloaca donde desembocan todas las herejías.
Condenados de este modo, ¿los modernistas se someterían? De ningún modo. Habituados a trabajar en la semi-clandestinidad, se enmascararon aún más. “Os aconsejo que no os liguéis con un vínculo sensible”, aconsejaba Fogazzaro. “Podéis navegar seguros bajo el agua como los peces cautos, pero pensad que el ojo agudo del Sumo Pescador o vice-Pescador os puede descubrir fácilmente y cogeros con un golpe de arpón. Ahora yo no aconsejaré nunca a los peces más finos, más sabrosos, más buscados, de congregarse. Uds. pueden comprender qué puede suceder cuando uno es cogido y sacado fuera. Y, uds. lo saben bien, el gran Pescador de Galilea ponía los pescaditos en su vivero, pero el gran Pescador de Roma los fríe”.[10]
Pero el “ojo agudo del Sumo Pescador” vigilaba. En el motu proprio Sacrorum Antistitum (1910), S. Pío X denunciaba que los modernistas se estaban reagrupando en una “liga clandestina” (clandestinum foedus), advirtiendo además que ellos “no han abandonado su designio de perturbar la paz de la Iglesia” [11]
Resurge el neo-modernismo
En los años sucesivos, de las tenebrosas sinuosidades de esta liga clandestina, la chusma modernista llevó adelante el “trabajo silencioso y secreto” propuesto por George Tyrell, estableciendo así los fundamentos de lo que Pío XII después llamará Nouvelle Théologie, sucesivamente condenada en varios documentos, especialmente en la encíclica Humani generis. (1950) [12]
Esta es la fuente contaminada de la mayor parte de los errores teológicos contemporáneos.
“Obligados a una especie de vida clandestina”, explica Albert Besnard, O.P., “los modernistas continuaron a obrar de modo secreto, inspirando sucesivamente a la mayor parte de las contestaciones religiosas que hoy vemos en la Iglesia”. [13] Don Germano Pattaro, del Seminario Patriarcal de Venecia, precisa igualmente que: “el cambio de perspectiva se operó dolorosa y trágicamente con el modernismo que fue retomado y repropuesto en la Nouvelle Théologie”.[14]
En el ínterin, sin embargo, intervino un factor que podría haber cambiado substancialmente la situación. Además de la facundia de sus mentores, lo que había llevado a la ruina a la secta modernista fue su escasa influencia sobre la opinión pública. El modernismo permaneció como un fenómeno de élites intelectuales y, al comienzo, hasta los nuevos teólogos padecieron con esta situación. Les faltaba un movimiento de masas que permitiese la difusión masiva de las nuevas ideas. La ocasión se presentó a fines de los años ’20.
La Acción Católica
En los años ’20 el Papa Pío XI emprendió la reorganización de los laicos, dando vida a la moderna Acción Católica, siguiendo un esquema que fue reproducido después en todo el mundo. En la intención del Sumo Pontífice, la AC debería constituir un vasto movimiento apto para coordinar el empeño apostólico de los seglares, bajo la guía de la Jerarquía. [15] De ahí la definición: participación de los laicos en el apostolado jerárquico de la Iglesia.
Desgraciadamente, casi desde el comienzo existió dentro de la nueva asociación una conspicua presencia de la corriente católico-democrática y de la neo-modernista. Inspirados en pensadores como Jacques Maritain (1882-1972) y Emanuel Mounier (1904-1950), así como de teólogos como Marie-Dominique Cheng (1895-1989) y Henri de Lubac (1896-1991), núcleos de activistas se introdujeron en algunos sectores de la Acción Católica, sirviéndose de ella para la difusión de sus errores y empujándola en una dirección opuesta a la querida por el Pontífice.
Los años ’30, como dice el historiador Adrien Dansette, “señalaron un decisivo cambio de dirección en el catolicismo”.[16] Fue su principal protagonista la Acción Católica, por medio de sus sectores más dinámicos que, según el caso, eran los que más sufrían esta infiltración. El cambio de dirección se realizó de dos modos.
Primeramente, las antiguas asociaciones católicas, fieles a la orientación de San Pío X, fueron absorbidas y por lo tanto neutralizadas, utilizando métodos más bien ambiguos. Refiriéndose, por ejemplo, al modo por el cual la AC fue introducida en Estados Unidos, el padre Andrew Geeley, un protagonista del hecho, revela que “fueron fundadas nuevas asociaciones, las antiguas fueron infiltradas y reorganizadas”.[17]
Por otra parte, muchos de los militantes sufrieron un proceso que podríamos llamar de trasbordo ideológico, llevando a desmantelar su mentalidad tradicional sustituyéndola por las nuevas ideas e induciendo a los más radicales a asumir posiciones francamente revolucionarias.
El desvío izquierdizante dentro de la AC no fue uniforme en todos sus sectores, ni se manifestó de modo igualmente virulento en todos los países. Es innegable, por ejemplo, que el liderazgo de Luigi Gedda, apoyado por Pío XII, frenó esta infiltración en sectores de la AC italiana. [18]
Pero desgraciadamente no fue así en todas partes. En Francia, posiblemente la principal fábrica de las nuevas ideas, el desvío fue tan grave que indujo a sectores enteros de la AC a adherir al socialismo y aún al comunismo. [19] Cuando, a comienzos de los años ’70, fue fundado en Francia Cristianos por el Socialismo, cinco grupos de AC adhirieron a ellos en bloque.
El caso de la Acción Católica brasileña constituye en la especie un ejemplo paradigmático. El desvío era visible sobre todo en la JUC (Juventud Universitaria Católica). Inspirándose en Maritain, Mounier, Teihlhard de Chardin y otros pensadores, en su mayoría franceses, la JUC “tomó una tonalidad siempre más socialista”, como lo explica Luiz Alberto Gómez de Souza. [20] En 1959 la JUC saludó con entusiasmo la revolución comunista de Fidel Castro. De la JUC nació la Acção Popular (Acción Popular), que en 1962 de define como “socialista” y en 1972 se transforma en la Acção Popular Marxista-Leninista, terminando por ser incorporada al Partido Comunista. Algunos militantes de la AC llegaron a participar de la lucha armada en los años de plomo.
De la izquierda de la Acción Católica nace la teología de la liberación
En el campo teológico, el hundimiento no fue menos llamativo. Para dar un ejemplo, la famosa teología de la liberación nació en este ambiente de la Acción Católica latinoamericana. Gustavo Gutiérrez, considerado el “padre fundador” de la corriente, era capellán de la UNEC (Unión Nacional de los Estudiantes Católicos), el equivalente peruano de la JUC. El “obispo rojo”, D. Helder Cámara, era entonces el capellán de la AC. El P. Ronaldo Muñoz, mentor de los Cristianos para el Socialismo, era líder de la JUC chilena. Fray Betto, actualmente miembro del gobierno Lula, era presidente de la JEC (Juventud Estudiantil Católica). El elenco podría continuar casi ad infinitum. Es necesario notar que la primera editora de los libros de la teología de la liberación fue MIEC-JECI (Movimiento Internacional Estudiantil Católico – Juventud Estudiantil Católica Internacional), emanación de la AC.
El teólogo de la liberación Pablo Richard afirma claramente que: “la JUC de los años 1960 vivía ya la efervescencia del cristianismo revolucionario” que habría dado vida a esta corriente. [21] Más explícito, Luiz Alberto Gómez de Souza explica que “fue en Brasil, y más concretamente en la Acción Católica, que comenzaron a tomar forma las instituciones que luego darían origen a la teología de la liberación“. [22]
Recapitulando el proceso, el historiador Samuel Silva Gotay afirma que la teología de la liberación “salió de la radicalización de las doctrinas y de la práctica del catolicismo social (…) del paso del catolicismo social al cristianismo revolucionario”.[23]
La infiltración denunciada por Plinio Corrêa de Oliveira en el ahora lejano 1943 había desgraciadamente alcanzado su objetivo.
(Artículo traducido de la revista: Tradizione, Famiglia, Proprietà, Mayo 2003, Año 9 N° 2, Roma)
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[1] Citado en E. Rivière, “Modernismo”, Dictionnaire de Théologie Catholique, Vol. CC, col. 2042.
[2] Alfred Loisy, Simples Réflexions sur le Decret du Saint Office Lamentabili Sane Exitu, et sur l’Encyclique Pascendi Dominici Gregis, p. 13, in Arthur Vermeersch, “Modernism”, Catholic Encyclopedi, Caxton Publishing, Londres, 1911, Vol. X, pág. 416.
[3] In Vicente Maumus, Les Modernistas, Beauchesne, París, 1909, pág. 9.
[4] Carta al P. Marcel Hébert, in Alec Vidler, The Modernist Movement in Roman Church. Its origins and outcome, Gordon Press, New York, 1976, pág. 78.
[5] Carta del 28 de Noviembre de 1907, ibid., pág. 78.
[6] S. Pío X, Pascendi Dominici Gregis, Septiembre de 1907.
[7] Antonio Fogazzaro, Il Santo, Milán, sin Editor, 1907, págs. 44, 48
[8] Luidi Civardi, Compendio di storia dell’Azzione Católica italian, Coletti, Roma, 1956, pág. 54
[9] Para una historia de la Obra, ver Ernesto Vechesi, Il movimento católico in Italia, Società Editrice La Voce, Florencia, 1923.
[10] A. Fogazzaro, Il Santo, pág. 44.
[11] Acta Apostolicae Sedis, 9 de Septiembre de 1910, núm. 17.
[12] Cfr. La encíclica Mystici Corporis Christi (1943) y Mediator Dei (1947) además de las alocuciones a los Padres Jesuitas del 17 de Septiembre de 1946 y a los Padres Dominicanos del 22 de Septiembre.
[13] Albert Besnard, O.P., “Modernismo”, in Les Religions. Les dictionnaries du savoir moderne, de Jean Chevalier., Centre d’Etude et de Promotion de la Lecture, París, 1972, pág. 306.
[14] Germano Pattaro, Curso de Teología del ecumenismo, Brescia, 1985, pág. 344.
[15] Giacomo de Antonellis, Storia dell’Azione Católica,Rizzoli, 1987, págs. 153 y ss.
[16] Adrien Dansette, Destin du catholicisme français 1926-1956, Flammarion, Paris, 1957, pág. 5.
[17] Andrew Geeley, The Catholic Experience, Doubleday & Company, New York, 1967, pág. 257.
[18] Luigi Gedda, 18 de Abril, Memoria inédita del artífice de la derrota del Frente Popular, Mondadori, Milán, 1998.
[19] Cfr. Georges Suffert, Les Catholique el la Gauche, Maspero, París, 1960; Jean-François Kesler, De la gauche dissidente au nouveau Parti Socialista. Les minorités qui ont rénové le P.S., Bibliotèque Historique Privat, Toulouse 1909; A. Latreille, J.R. Palanque, E. Deraruelle, R. Rémond, Histoire du Catholicisme en France, Spes, París, 1962, Vol. III.
[20] Luis Alberto Gómez de Souza, A JUC. Os estudantes católicos e a política, Petrópolis, Editora Vozes, 1984, p. 156.
[21] Ibid., pág., 10.
[22] Ibid., pág. 9.
[23] Samuel Silva Gotay, “Origem e desenvolvimento do pensamento cristão revolucionário a partir da radicalização da doctrina social cristãs nas décadas de 1960 e 1970”, in CEHILA, História da teologia na América Latina, Edições Paulinas, São Paulo, 1981, pág. 139.
http://www.obispadoarica.cl/marianas/ave_maria_7_idiomas.htm
La Carta de la Tierra: Gobierno Mundial y Religión Universal
Recopilación tomada de NoticiasGlobales.orgAutor: Juan C. Sanahuja
La Carta de la Tierra 2007. México, Brasil, Argentina, España. El Consejo del Futuro Mundial
Los últimos meses -según su propia información- han sido tiempos de éxitos y festejos para la iniciativa panteísta de la Carta de la Tierra, el documento expresamente elaborado para sustituir al Decálogo, y llegar a ser el nuevo paradigma ético del milenio, como declaró en 1992 uno de sus promotores el ruso Mikhail Gorbachov.
La Carta es un instrumento de la “nueva ética planetaria” o “nueva ética universal de vida sostenible”. Procura imponer el relativismo moral y al menos el igualitarismo cuando no el indiferentismo religioso; niega la trascendencia de los seres humanos, a los que no les reconoce su dignidad, sino que los equipara al resto de las criaturas: animales, plantas…Es uno de los instrumentos más dañinos de la reingeniería social anticristiana, sobre todo por parecer inocuo y hasta positivo a los poco alertados. Adopta la perversa interpretación de los “nuevos” derechos humanos. La defensa de “toda vida” que dice sostener no le impide justificar el aborto, la esterilización forzosa, la eutanasia, etc. Su indigenismo es cristofóbico y promueve la vuelta al paganismo, incluso rescribiendo la Biblia en clave panteísta.
México
En México, el 22 de abril pasado, para conmemorar el Día de la Tierra, el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, y los Ministerios del Medio Ambiente y de Educación firmaron un “acuerdo formal” para colaborar en la inserción de los principios la Carta de la Tierra en todo el sistema educativo mexicano. El acuerdo también representó la adopción formal del Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible, que promueve Carta de la Tierra Internacional en alianza con la UNESCO, (1)
Firmaron el convenio el Secretario del Medio Ambiente, Juan Rafael Elvira Quesada, y la Secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota. Estuvo presente el co-presidente de Consejo Internacional de la Carta de la Tierra, Steven Rockefeller. La principal conexión del gobierno mexicano con la Carta es Mateo Castillo Ceja -miembro del Consejo Internacional-, director de la Unidad Coordinador de Participación Social y Transparencia del gobierno de ese país.
En marzo el Foro Universal de las Culturas de Monterrey la adoptó como guía y firmó el convenio definitivo el 4 julio. El 22 de abril firmó la adhesión a la Carta la municipalidad de Morelia.
Brasil
También para el llamado Día de la Tierra (22 de abril), hubo una serie de “reuniones de alto nivel en Brasil”, que incluyó la firma de un acuerdo formal entre la Ministra del Medio Ambiente, Marina Silva; el Centro de Petrópolis para la Defensa de los Derechos Humanos de Leonardo Boff y Carta de la Tierra Internacional (CTI). Además CTI firmó otro “compromiso formal” con el alcalde de Sao Paulo, Gilberto Kassab.
A principios de mayo en el Centro de Capacitación AmanaKey (Sao Paulo) -un centro de formación empresarial ligado al Consejo de la Carta de la Tierra-, los miembros de ese Consejo tuvieron su reunión anual del 2007 “para ampliar la Iniciativa de la Carta de la Tierra”.
Fijaron como objetivo incluir la visión integral de la Carta de la Tierra en varias actividades internacionales: la Asamblea Mundial de Civicus en Glasgow (mayo del 2007), el Congreso Mundial de Educación Ambiental en Durban (julio del 2007), los conciertos "Live Earth" (Tierra Viva) sobre el cambio climático (julio del 2007), el Congreso "Tblisi+30" sobre Educación para la Sostenibilidad, en Ahmedabad, India (noviembre del 2007), bajo el patrocinio de la UNESCO y el Centro para la Educación Ambiental (CEE) de India, organización afiliada a la CTI; y el Congreso Mundial de la Unión Mundial para la Naturaleza en Barcelona (2008).
La fiesta del Cuasimodo es una costumbre única y particular del Chile central. Esta celebración del mundo Católico chileno fue definida por el Papa Juan Pablo Segundo como “Un verdadero tesoro del pueblo de Dios”. Por segundo año acompañé a los Cuasimodistas de San José de Maipo en su cabalgata a lo largo del Cajón del Maipo. Es sobre las impresiones vividas en estas horas de unión y fe sobre lo que deseo escribir para nuestros lectores.
Una fiesta o ritual adquiere significado cuando los participantes se involucran en forma profunda. Es decir, son las convicciones las que llevan a la acción y no simplemente el cumplir con una costumbre. Varias fiestas que tenían profundo significado en el pasado han ido perdiendo el mismo a lo largo de los años, especialmente porque a menudo la esencia se ha ido reemplazando por un mensaje netamente comercial. Un buen ejemplo lo constituye
Un altar familiar en El Manzano esperando al Sacerdote
Por suerte aún existen muy buenos ejemplos de tradiciones que mantienen su significado profundo. Es el caso de
En una comuna rural como San José de Maipo, la vida está profundamente entroncada con la tierra y el medioambiente. La vida en el Cajón está ligada a la montaña, los ríos, los valles y los caballos. Cada uno de estos elementos es parte esencial del todo que forma la vida en este valle Cordillerano. La fiesta del Cuasimodo es aquí por lo tanto una reafirmación de la fe Cristiana como también de los lazos entre la comunidad y los lazos entre los hombres y la tierra. Participan de esta comunión tanto los enfermos y sus familias que han levantado pequeños altares en espera de la eucaristía, los cabalgantes y participantes de la procesión y los demás integrantes de esta gran actividad que transcurre entre las montañas.
Este año desde muy temprano se comenzó a reunir el grupo a la vera del puente El Manzano. A medida que la claridad aumentaba y los primeros rayos de sol iluminaban con oro los picachos de piedra de las Torrecillas se fueron juntando Cuasimodistas en bicicleta, en vehículo y a caballo. Todos con sus mejores atuendos y muchos de ellos con pañuelos y esclavinas en los colores papales.
Cuando la comitiva completa partió, la hilera total sobrepasaba con facilidad el kilómetro. Abre la procesión el campanillero, que con su sonido señala la cercanía del Sacerdote. Al campanillero lo escoltan dos huasos con banderas. Uno lleva la bandera Chilena y el otro la bandera del Vaticano. También otro huaso lleva el pendón de los Cuasimodistas del Manzano. Sigue el birlocho de
En varias partes se detiene la columna, el campanillero acompañado por los bandereros se acercan a los altares de la vera del camino y resguardan a nuestro Sacerdote mientras él se acerca a dar la eucaristía. No es simplemente un acto formal. Vi a cada huaso actuar con la misma seriedad y concentración con la que actúa
En el trayecto hacia San José de Maipo hay dos momentos de relajo y descanso. El primero es en El Quillayal, al lado del casa Bosque. Los caballos descansan un instante y los jinetes pueden recuperar aliento. Aquí uno puede observar que hay jinetes de los siete a los setenta años, hombres, mujeres, niños y niñas. Cada uno con total conciencia de la importancia de lo que hacen, cada uno aprendiendo de la riqueza de esta tradición.
El birlocho y el camión en Guayacán
El siguiente momento de descanso es el desayuno en Guayacán. Aquí nos ofrecen jugo y empanadas gente de Vertientes, esto por la generosidad de participar y colaborar al éxito del emprendimiento. También participaron de este desayuno los Carabineros en moto que escoltan a la columna para asegurar el desplazamiento libre de la misma. Ya se acerca la parte culminante de esta fiesta. Así que se revisan monturas, cinchas y arreos. Los ciclistas preparan mejor sus bicicletas y los automóviles perfeccionan sus engalanaduras. Para que decir del Coro Parroquial, este junta fuerzas para animar a los Cuasimodistas para la entrada a San José.
A estas alturas yo ya estaba arriba del camión del coro. La entrada hacia San José, por la larga recta que conduce al pueblo fue un espectáculo maravilloso. Luego se enfiló hacia la población
Después del Hospital la procesión siguió avanzando por varias calles del pueblo llevando el consuelo de la fe a los que lo necesitaban. A estas alturas me fui a la plaza para esperar la llegada de los Cuasimodistas a nuestra Iglesia Parroquial.
Fue solo después de la una y media de la tarde que el birlocho, precedido por el campanillero y sus escoltas a caballo, entraron al galope a nuestra plaza. Numeroso público los esperaba, incluyendo a no pocos turistas nacionales y extranjeros que vinieron a compartir estos momentos mágicos. Una vez llegado el birlocho frente a
Igual que el año pasado, las primeras plazas se reservaron para los Cuasimodistas. La ceremonia incluye ofrendas de pan, frutos de la tierra y productos típicos de nuestra zona. Es la ofrenda y unión de lo terrenal y lo divino. Un momento sumamente hermoso fue cuando se bailó un pie de cueca en homenaje a nuestro Señor.
Si la misa en sí es un acto de meditación y reafirmación de la fe, esta misa del Cuasimodo es además una expresión de la unión de los fieles de
La tradición del Cuasimodo es parte integral de nuestra tierra. Fue una alegría compartir nuevamente con todos los que aquí estuvieron. Fue una alegría aún mayor ver a muchos jóvenes que serán a futuro los continuadores de “este verdadero tesoro del pueblo de Dios…”
Prof. Roberto Román L.
Universidad de Chile
Zack Dunlap explica que no recuerda el accidente, pero sí recuerda haber oído al doctor que lo declaró muerto. “Lo escuché y me volví loco por dentro”, comentó el muchacho de Oklahoma, en el programa Dateline de la cadena estadounidense NBC que lo entrevistó junto a sus padres y su hermana Casey.
Las pruebas iniciales tras el accidente mostraban que no había habido flujo de sangre en el cerebro de Zack, y los doctores determinaron que se trataba de alguien con muerte cerebral.
Tras la decisión, se informó a la familia Dunlap. Mientras ellos se dirigían a despedirse del hijo al que creían fallecido, un equipo se preparaba para extraer los órganos que servirían para transplantes en otros pacientes.
La abuela de Zack, Naomi Blackford, rezaba por su nieto. Ella comentó a NBC que lo único que pedía “era un milagro. Era demasiado joven para que Dios se lo llevara. No era su momento”.
Dan Coffin, un primo de Zack y además enfermero, miró el monitor que daba cuenta de los signos vitales del joven y pensó que había cierta mejoría. Sacó su pequeña cuchilla de bolsillo y la pasó por una planta de los pies del muchacho. Dunlap la arqueó, pero para la enfermera encargada era solo un movimiento reflejo. Coffin intentó luego otra prueba con las manos lo que hizo que Zack cruzara uno de sus brazos sobre el otro, clara señal de actividad cerebral.
De vuelta a la vida
Inmediatamente los médicos retomaron el tratamiento médico. Dos días después le retiraron el respirador artificial y al cabo de cinco días Zack pudo despertar y mirar a su alrededor. Una semana después comenzó a responderle a su neurocirujano y a decir sus primeras palabras.
“Miró a todos lados y me dijo ‘Te amo’”, explica Pam Dunlap, la madre del muchacho, que ese mismo día comenzó a dar algunos pasos.
El cirujano de Zack afirma que no existe explicación médica para su recuperación, dado que todos los procedimientos se siguieron adecuadamente. El resto del personal del hospital a cargo de Dunlap concuerda con esta opinión: todas las pruebas habían sido precisas y se habrían dado cuenta de la existencia de signos vitales en el joven antes de sacarle cualquier órgano.
“Ambos sentimos que Dios tiene un gran plan para Zack. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para que lo alcance, sea lo que sea”, relata Pam Dunlap.
Zack ha resuelto dedicarse a la pesca. “No más cuatrimotos”, dijo a Dateline NBC.
EL CAMINO DE LA LUZ
VIA LUCIS
Como natural culminación del Vía Crucis, ha surgido en los tiempos recientes la práctica del Vía Lucis: la meditación orante del misterio glorioso del Señor, que comprende desde la Resurrección a Pentecostés. Él nos enseña a caminar en el mundo como "hijos de la luz", reconociendo su presencia permanente entre nosotros y dando testimonio de la vida del Resucitado.
Así como durante Cuarenta días la Iglesia nos hace vivir la Cuaresma preparándonos en la oración, el sacrificio y la limosna como preparación para la Semana Santa, así también durante Cuarenta días nos hace disfrutar del Triunfo de Jesús hasta la Ascensión, y más propiamente durante Cincuenta días nos hace vivir en la alegría hasta recibir el Espíritu Santo en Pentecostés.
Conviene eliminar un cierto sentido trágico de la fe, en que se subraya sólo el dolor y el sufrimiento, pero olvidamos el gozo y la esperanza. Son muchos los cristianos que se quedan sólo observando la Cruz y olvidan que Jesús hoy vive como el Resucitado y el Resucitador de sus hermanos.
Tal como el Vía Crucis, este “Camino de la Luz” puede ser vivido en cualquier tiempo del año, y se pueden utilizar flores, cirios, aclamaciones, danzas y cánticos gozosos. Nos parece necesario recuperar la fiesta en nuestra vida cristiana y este puede ser un excelente instrumento para hacerlo.
En algún lugar del mundo encontramos este “Vía Lucis” que hemos adaptado a nuestra realidad.
P. Cristián Precht
P. Miguel Ortega
NOS REUNIMOS A CELEBRAR EL TRIUNFO GLORIOSO
DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
Y LO HACEMOS EN NOMBRE DE LA SANTA TRINIDAD:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén,
Nos dice San Pablo:
CRISTO JESUS, siendo de naturaleza divina,
no consideró un tesoro indispensable
mantenerse igual a Dios.
El se despojó de sí mismo
asumiendo la condición de siervo
y siendo en todo igual a los hombres.
RESUCITÓ, RESUCITÓ, RESUCITÓ, ALELUYA.
Apareció en forma humana,
se humilló haciéndose obediente hasta la muerte
y muerte de cruz.
Por esto Dios lo ha exaltado
y le ha dado el Nombre
que está sobre todo nombre...
RESUCITÓ, RESUCITÓ, RESUCITÓ, ALELUYA.
Para que al nombre de Jesús
toda rodilla se doble
en el cielo, sobre la tierra y bajo la tierra.
Y toda lengua proclame
que Jesucristo es el Señor
para gloria de Dios Padre.
RESUCITÓ, RESUCITÓ, RESUCITÓ, ALELUYA.
Mientras se canta se puede encender el cirio pascual,
o simplemente un cirio, que nos alumbra el camino.
http://www.iglesia.cl/vialucis/index.html
sobre Martes 25 Marzo 2008 por María Angel
El Obispo Prelado de Ayaviri, en el sur andino del Perú, Mons. Kay Schmalhausen, recordó que la Iglesia necesita sacerdotes disponibles, obedientes y de intensa vida espiritual.
En la Misa Crismal celebrada en su Prelatura, el Obispo recordó a los sacerdotes que su vida “debe estar orientada a reproducir el modelo supremo, que es Jesucristo. El sacerdote ya no vive en función de sí mismo, ni ha sido consagrado para realizar su propia voluntad”.
El Prelado precisó que la obediencia sacerdotal es la primera nota característica de la vida sacerdotal y explicó que solo viviendo así “seremos auténticamente libres, nuestro ministerio fecundo para el Reino, y nuestra vida sacerdotal feliz y verdaderamente plena”.
Mons. Schmalhausen advirtió que “no sorprende que el mundo de hoy, sometido al secularismo y a lo que se ha llamado la civilización de la acedia no solo no sea capaz de asumir esta lógica amorosa y oblativa de la obediencia, sino se rebele francamente contra ella y vea en la obediencia un sinónimo de opresión”.
El Obispo lamentó que “el influjo de esta perspectiva mundana y falaz” se deje “sentir no pocas veces dentro del cuerpo eclesial cuando en ciertos ámbitos del mismo se dan el espíritu de contestación; el abierto de disenso con relación al Magisterio; la formación de grupos de presión que buscan arrinconar a los Obispos; las acciones u organizaciones al margen de los legítimos Pastores; la búsqueda de ‘consensos débiles’, que imprimen un espíritu de mediocridad en la vida eclesial; los proyectos pastorales o eclesiales que intentan erigir nuevas ideologías totalmente ajenas al evangelio y al sentir de la Iglesia, como ídolos a los cuales rendir culto. Todo ello para escándalo y confusión de los fieles”.
Para el Obispo, “tales procedimientos ponen de manifiesto en quienes los propugnan una asimilación totalmente inmadura del espíritu de Cristo” y “parecen poner de manifiesto una vez más la acción oscura del Maligno, y reeditan el misterio de la pasión del Señor, ahora como pasión de la Iglesia, que completa en su cuerpo los dolores y sufrimientos de quien es su Cabeza”.
Mons. Schmalhausen recordó a los sacerdotes que “la obediencia auténtica aprendida del corazón del Maestro –aquella que libera al ser humano de sus ataduras, egoísmos, soberbias, caprichos, rencores, complejos, o de cualquier otra clase de sometimiento al mal– brota en el fondo siempre de un corazón purificado en el encuentro con Jesús”.
Precisó que “la vida espiritual es medular en el sacerdote, para su propia salud y en orden a su ministerio y testimonio. Su ausencia trae gravísimas consecuencias: lo vemos demasiadas veces. Solo ella asegura en el sacerdote un amor fiel y generoso, un corazón indiviso, una entrega total a la Iglesia”.
En este sentido, señaló que “el celibato, lo sabemos bien, es un inmenso don para la Iglesia. Verdaderamente hace al sacerdote libre para un servicio universal; abre su corazón a las necesidades de todos los fieles; nos capacita para una entrega sin cálculos ni medidas”.
“La Iglesia no puede permitir entre sus hijos sacerdotes una doble vida, que daña gravemente el cuerpo eclesial y a la par quita credibilidad a sus ministros (…) Por eso, queridos hermanos, que se nos reconozca como sacerdotes, por la integridad de nuestras costumbres, y que lo dejemos ver también en nuestro exterior”, afirmó.
La Prelatura de Ayaviri comprende tres provincias del sureño departamento de Puno. Abarca un territorio de 32 mil kilómetros cuadrados cuya altitud varía entre los cinco mil y los 500 metros sobre el nivel del mar. Su clima va del aire gélido y seco del altiplano a la humedad cálida, con temperaturas que de acuerdo a la estación y lugar pueden bajar hasta 20 grados bajo cero, o subir a los 40 grados.
Aproximadamente el 90 por ciento de los habitantes son quechuas. Las vías asfaltadas casi no existen y la mayoría de la población vive en una economía de supervivencia.