martes, 19 de mayo de 2009

ARQUIDIOCESIS DE SANTIAGO DE CHILE







CREACION:
El Obispado de Santiago fue erigido por Su Santidad Pío IV en el Consistorio del 27 de Junio de 1561, a petición del Rey Felipe II, desmenbrándose de la diócesis de Lima. Su primer Obispo fue Don Rodrigo González de Marmolejo.

El 23 de Junio de 1840, Su Santidad Gregorio XVI elevó la diócesis al rango de Arquidiócesis, siendo su primer Arzobispo Mons. Manuel Vicuña Larraín.

Al ser creado el obispado de Santiago, comprendía todo el territorio de Chile, incluyendo, además, la provincia de Cuyo y las regiones de "Diaguitas" y "Los Juríes", en la zona de Tucumán, Argentina.

A lo largo de su historia, la diócesis ha conocido 7 desmenbraciones en su extenso territorio. La primera, el 22 de Marzo de 1563, al ser creada la Diócesis de La Imperial (hoy, Concepción). La segunda, el 28 de Mayo de 1570, al erigir Su Santidad Pío V la Diócesis de Córdoba, asignándosele los territorios de Tucumán. Luego, el 28 de Mayo de 1806, al ser erigida la Diócesis de Salta, los territorios de la provincia de Cuyo fueron anexados a la Diócesis de Córdoba. Esta fue la tercera desmembración, cuya entrega canónica se verificó el 10 de Octubre de 1809.

Más tarde, el 1 de Julio de 1840, Su Santidad Gregorio XVI efectuó la cuarta desmembración al erigir la Diócesis de La Serena. El 18 de Octubre de 1925, Su Santidad Pío XI crea 5 nuevas diócesis en el territorio de la Arquidiócesis: San Felipe, Valparaíso, Rancagua, Talca y Linares. Más recientemente, el 13 de Julio de 1987 fue desmembrada la Diócesis de San Bernardo y el 4 de Abril de 1991, la Diócesis de San José de Melipilla

Se inició muy pronto, con las primeras exploraciones. Hombres de Iglesia fueron con Almagro y Valdivia. Las órdenes religiosas, que tanto prestigio alcanzaron durante el periodo colonial, se establecieron inmediatamente. Los mercedarios llegaron en 1550; los dominicos, a ruegos de Felipe II, se establecieron en Santiago a finales de 1557 y crearon la provincia de Ch., Argentina y Paraguay en 1586. En 1563 los franciscanos fundaban en Santiago, aunque no se organizaron en provincia religiosa independiente hasta 1572. En 1593 llegaron los jesuitas y dos años más tarde los agustinos. Las dificultades fueron enormes. A las normales de escasez de clero y otras semejantes, había que añadir la pobreza del territorio y la rebelión de los araucanos que comenzó en 1553 y tardaría tres siglos en ser controlada. En 1561 fue erigida la diócesis de Santiago de Ch. y dos años más tarde la Imperial que, al ser destruida por los araucanos en 1598, pasó a Concepción. A partir de este momento hay que distinguir, por lo que a evangelización respecta, entre indios pacíficos e indios belicosos. En Santiago el éxito colmaba todas las aspiraciones misioneras. Puede calcularse que en 1650 todos los indios pacíficos estaban bautizados. Las doctrinas desaparecieron transformadas en parroquias. Sin embargo, en la diócesis de Concepción (v.), la evangelización se presentó mucho más problemática. Los indios seguían o habían vuelto a su estado de paganismo. Había que exceptuar Chiloé, la región comprendida entre los ríos Bío-Bío y Maule y pequeños grupos cercanos a los fuertes. Hubo polémicas en torno a la licitud de la guerra contra los araucanos. ¿Era una guerra ofensiva o defensiva?.Franciscanos y jesuitas, en los s. xvii y xviii, fundaron misiones entre los indios rebeldes. Los jesuitas fundaron el Colegio de Castro (Chiloé) y desarrollaron intensa labor misional -misiones circulantes- en ambos obispados. En 1700 fundaron el Colegio de Naturales de Chillán. Cuando fueron expulsados, sus fundaciones pasaron a los franciscanos que atendían varias doctrinas situadas entre Chillán y Chiloé, con gran acción misionera.

Los disturbios de la independencia perturbaron el progreso misional, pero cuando se reorganizó la República tomó gran incremento, entre otras causas, por la llegada de salesianos y capuchinos. Algunos datos: Al final del s. xix el Colegio de Chillán, ya en Collipulli, atendía a seis doctrinas, otras seis la prefectura del colegio de Jesús en Angol, en el mismo corazón de la Araucania, con 19.000 cristianos; 15 tenían los capuchinos en Cautín, Valdivia y Llanquihue. Los salesianos fundaron cuatro misiones en la zona austral, eficazmente secundados por las religiosas Hijas de María, las cuales atendían también centros en Punta Arenas, isla Dawson y Tierra del Fuego. En 1848 se había creado la prefectura apostólica de Araucania -vicariato apostólico en 1928- que extendía su jurisdicción a parte de las provincias de Malleco, Cautín y Valdivia; fue encomendado a los capuchinos. En esta misma zona trabajaban activamente las Hermanas Carmelitas de la Caridad, las Dominicas de la Sagrada Familia, las Franciscanas del Sagrado Corazón, etc. La popularidad conseguida por las órdenes religiosas en la época colonial quedó oscurecida a partir de 1810. En 1964 había en Ch. 56 Órdenes religiosas masculinas con 227 establecimientos, 19 institutos de monjas de clausura y 104 de monjas activas con 451 establecimientos.

Organización diocesana. Ch. está dividido en cinco provincias eclesiásticas: Antofagasta (metropolitana en 1967) con las siguientes sufragáneas: Iquique (1894) y Arica (1986), y la prelatura de Calama (1965); Concepción,(metr. 1939) con las sufragáneas de Chillán (1925); los Angeles (1959), Temuco (1925) y Valdivia (1944); La Serena (metr. 1939), con Copiapó (1957) y la prelatura de Illapel (1960); Puerto Montt (metr. 1963) con las sufragáneas Osorno (1955), Punta Arenas (1947) y San Carlos de Ancud (1840); Santiago de Chile (metr. 1840) con Linares (1925), Melipilla (1991), Rancagua (1925), San Felipe (1925), Talca (1925) y Valparaíso (1925). Hay además dos vicariatos apostólicos, Araucania (1901) y Aysén (1940), y el Vicariato general Castrense, creado por Pío X (1910) para el servicio religioso de las fuerzas armadas.

Aunque ya en 1561 se había creado la diócesis de Santiago y en 1563 la Imperial, de hecho la organización de la Iglesia no se realizó hasta final del s. xvi. Fue obra fundamentalmente de dos prelados insignes: Diego de Medellín, obispo de Santiago y Antonio de San Miguel, obispo de la Imperial. Los dos asistieron al tercer Conc. de Lima (1581), cuyos decretos tuvieron temprana aplicación en Ch. El s. xvii fue de consolidación: se construyeron iglesias, se fundaron seminarios donde los clérigos recibían adecuada preparación. Hubo dificultades serias: indios rebeldes, conflictos con el poder civil, temblores de tierra con fuertes repercusiones económicas. Se refuerza la Iglesia durante el s. xviii. Abundan los sínodos diocesanos de eficacia indiscutible. Reseñamos el de Concepción (1744) y dos de Santiago, el del obispo Carrasco (1688) y el de Alday (1767).

Las guerras de la independencia 1810-18 significaron un grave retroceso. El obispo de Santiago, José Santiago Rodríguez, fue expulsado del país por su apoyo a la causa realista. Por la misma razón fue cerrado el Colegio misionero de Chillán. O'Higgins, deseoso de establecer relaciones con la Santa Sede, envió a Roma al canónigo José Ignacio Cienfuegos como ministro plenipotenciario, pero Ch. independiente aún no había sido reconocido por las potencias extranjeras y la Santa Sede no podía dar por caducado el derecho de patronato español. Esto creaba grandes complicaciones, pues Ch. se negaba a admitir obispos nombrados por el rey de España. La misión Muzi, enviada por Roma para poner orden en los asuntos religiosos de Ch., fracasó totalmente. Las diócesis quedaban sin pastor, los clérigos divididos, el Gobierno secuestró las propiedades de los regulares y muchos sacerdotes fueron secularizados. Por fin el partido conservador inauguró un período de paz (1830) que duró hasta 1871. Es una época brillante de Ch. Pieza clave de este resurgimiento fue su presidente general Joaquín Prieto. La Constitución de 1833, que perduró hasta 1925, consideró el catolicismo como religión oficial del Estado «con exclusión del ejercicio público de cualquier otra». Al subir al poder los liberales radicales (1871-76) suprimieron los diezmos de la Iglesia, abolieron el fuero eclesiástico y reconocieron validez legal al matrimonio civil. Sigue una época de coaliciones entre los partidos. El conservador ganó en disciplina y unidad, intensificó su catolicismo y dio a su programa un contenido social. Abdón Cifuentes, junto con el arzobispo Larrain Gandarillas, organizó la Unión Católica. La Constitución de 1925 sancionó la separación de la Iglesia y el Estado, pero siguieron normales las relaciones con la Santa Sede, se estableció la libertad religiosa y desapareció cualquier resto de patronato.

Instituciones educativas y sociales. Durante el periodo colonial, la educación estaba en manos de la Iglesia. A principios del xviii los jesuitas dirigían el colegio de S. Miguel y los dominicos el de S. Tomás, ambos con categoría universitaria. En torno a ellos las parroquias y los conventos fundaban escuelas. De igual rango universitario fueron los convictorios de S. Francisco Javier en Santiago y el de S. José en Concepción, dirigidos también por los jesuitas. Al resurgir de la cultura cristiana después de la independencia, contribuyó la Univ. Católica de Santiago, fundada en 1888 gracias al esfuerzo generoso de Larrain Gandarillas y Mariano Casanovas, arzobispo de Santiago, a quien se debe también la creación del Centro Cristiano para combatir la propaganda irreligiosa entre el mundo obrero. En 1928 se crearon la Univ. Católica de Valparaíso, y la Univ. Católica de Antofagasta, última reconocida por el Estado (1963). En el plano de enseñanza primaria, media y técnica, además de las citadas escuelas parroquiales, los religiosos tienen más de 170 centros y las religiosas unas 310 escuelas. Muy pronto también surgieron centros de caridad y beneficencia. Ya en el s. XVIII había ocho hospitales, atendidos por los Hermanos ' de San Juan de Dios, que habían llegado en 1617. Después de la independencia de la Iglesia no sólo atendía sus hospitales, sino que además colaboraba con el Gobierno y organizaba un conjunto de agencias sociales de gran eficacia. Sirvan de ejemplo el Inst. de Viviendas Caritas, Caritas-Chile, Inst. de Educación rural, Hogar catequético, etc.

La Iglesia católica en Ch. avanza y el número de católicos crece, a pesar de su crónica escasez de clero, hoy un tanto suavizado. Los tres millones y medio de católicos que tenía en 1911, eran cinco y medio en 1951, y son siete y medio en 1966. No obstante, las religiones no católicas también van haciendo pie en el territorio chileno. Con la Constitución de 1925 se da libertad religiosa y se nota un amplio incremento de protestantes, los cuales si en 1940 suponían el 2,3% de la población total, en 1952, eran el 4,060,% y en 1960 el 8,4%.

OBISPOS

- Mons. Rodrigo González Marmolejo (1561-1564)
- Mons. Fernando de Barrionuevo, ofm. (1566-1571)
- Mons. Diego de Medellín, ofm (1574-1593)
- Mons. Pedro de Azuaga, ofm (1596-1597)
- Mons. Juan Pérez de Espinosa, ofm (1600-1622)
- Mons. Francisco González de Salcedo (1622-1634)
- Mons. Gaspar de Villarroel, o.e.s.a (1637-1651)
- Mons. Diego de Zambrana de Villalobos (1653)
- Mons. Diego de Humanzoro, ofm (1660-1676)
- Mons. Bernardo Carrasco y Saavedra, o.p. (1678-1694)
- Mons. Francisco de la Puebla González (1694-1704)
- Mons. Luis Francisco Romero (1705-1717)
- Mons. Alejo Fernando de Rojas y Acevedo (1718-1723)
- Mons. Alonso del Pozo y Silva (1723- 1730)
- Mons. José M. de Sarricolea y Olea (1730-1734)
- Mons. Juan Bravo del Rivero y Correa (1734-1743)
- Mons. Juan González Melgarejo (1743-1753)
- Mons. Manuel Alday y Axpée (1753-1788)
- Mons. Blas Sobrino y Minayo (1788-1794)
- Mons. Francisco José Marán (1794-1804)
- Mons. José Santiago Rodríguez Zorrilla (1815-1832)
- Mons. Manuel Vicuña Larraín (1832-1840)

ARZOBISPOS:
- Mons. Manuel Vicuña Larraín (1840-1843)
- Mons. Rafael Valentín Valdivieso Zañartu (1847-1878)
- Mons. Mariano Casanova Casanova (1886-1908)
- Mons. Juan I. González Eyzaguirre (1908-1918)
- Mons. Crescente Errázuriz Valdivieso (1918-1931)
- Mons. José H. Campillo Infante (1931-1939)
- Cardenal José María Caro Rodríguez (1939-1958)
- Cardenal Raúl Silva Henríquez (1961-1984)
- Cardenal Juan Francisco Fresno Larraín (1984-1990)
- Cardenal Carlos Oviedo Cavada, o. de m. (1990 - 1998).
- Mons. Francisco Javier Errázuriz Ossa.(1998 -).

- © Arzobispo Emérito: (Cardenal) Mons. Raúl Silva Henríquez sdb
- © Arzobispo Emérito: (Cardenal) Mons. Juan Francisco Fresno Larraín
- © Arzobispo Emérito: (Cardenal) Mons. Carlos Oviedo Cavada.

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